
Publicado: abril 8, 2025
Estados Unidos aumenta drásticamente los impuestos a las importaciones chinas; Pekín responde con medidas similares
Medida entra en vigor este miércoles
La tensión comercial entre Estados Unidos y China se intensifica nuevamente tras la decisión del presidente Donald Trump de incrementar los aranceles a las importaciones chinas hasta un 104%. La medida fue confirmada por la Casa Blanca este martes y entrará en vigor este miércoles, cumpliendo con una amenaza previa lanzada por el mandatario republicano.
Este aumento representa una de las acciones más agresivas en el marco de la guerra comercial entre ambas potencias, marcando un punto de inflexión en las relaciones económicas bilaterales.
De 54% a 104%: la escalada en cifras
La semana pasada, Trump ya había adelantado que el nuevo arancel subiría al 54% sobre los productos procedentes de China. Sin embargo, en las últimas horas anunció un incremento adicional del 50%, llevando el total a un imponente 104%.
Este movimiento busca presionar al gigante asiático en el marco de las negociaciones económicas que, según fuentes cercanas al gobierno, han permanecido estancadas. La Casa Blanca argumenta que los aranceles son necesarios para “nivelar el campo de juego” y proteger la industria estadounidense.
China responde con aranceles propios
Pekín no se quedó de brazos cruzados. En respuesta a la ofensiva comercial de Washington, el gobierno chino anunció que impondrá un arancel del 34% a productos estadounidenses a partir del jueves. Esta medida es vista como una clara represalia y podría intensificar aún más la disputa entre ambos países.
Voceros del Ministerio de Comercio chino expresaron que las acciones de Estados Unidos son “unilateralmente provocadoras” y advirtieron que se reservan el derecho a tomar nuevas medidas en defensa de su economía.
Un golpe a la economía global
Expertos en comercio internacional han expresado preocupación por el impacto que este enfrentamiento podría tener en los mercados mundiales. Con ambos países aplicando medidas proteccionistas, se teme que las cadenas de suministro globales se vean alteradas y que los costos para consumidores y empresas aumenten considerablemente.
“Esto va mucho más allá de una lucha entre dos países. Afecta directamente a la estabilidad económica internacional”, explicó la analista de comercio exterior, Laura Molina, consultada por nuestra redacción.